El enriquecimiento
ocupacional consiste en la introducción de objetos que pueden ser de
naturaleza muy diversa con el objetivo de activar a los animales física y
psicológicamente.
El enriquecimiento físico o estructural trata de realizar cambios en el recinto del animal y en el “mobiliario” presente. Se consigue creando estructuras y realizando cambios de tamaño, añadiendo accesorios fijos (troncos), móviles (juguetes, sustratos, cuerdas, balancines, hamacas), y externos (vegetación, objetos colgantes).
También podemos hacer nuevas instalaciones en el recinto
como pulsadores para activar duchas, paredes rugosas que sirven de rascadores,
etc.
El enriquecimiento
sensorial permite el desarrollo de las capacidades visuales (espejos, imágenes),
auditivas (vocalizaciones, música), olfativas (plantas aromáticas, heces de
presas), táctiles (zona de rascado) y gustativas de los animales (novedades en
la dieta).
El enriquecimiento
alimenticio se realiza a través de cambios en la dieta, tanto a nivel
de innovar con el tipo de alimento como a nivel de la presentación del mismo,
frecuencia, horario y procesado.
El enriquecimiento
social consiste en la cohabitación en una misma instalación de individuos
de la misma especie o de distintas especies con el objetivo de obtener
beneficios de comportamiento. No pueden ser animales que compitan entre sí, ni
que tengan una relación depredador-presa.
Estos cambios se realizan con el fin de aumentar la
diversidad de comportamientos, reducir la frecuencia de comportamientos
anormales, aumentar conductas naturales de comportamiento y aumentar la
interacción del animal con el medio ambiente.
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